jueves, 30 de marzo de 2017

¿Cómo aprender las restas de llevar?



Cuando intentamos que nuestros alumnos aprendan las restas de llevar, nos enfrentamos a que tienen cierta dificultad para entender cuándo deben de llevar y cuándo no. También es probable que hayas notado que hay niños que en vez de restar de abajo hacia arriba lo hacen en sentido contrario. Es por ello que te tengo otra estrategia que utilizo con mis estudiantes para que tú también puedas implementarla en el aula.



¡DEJA DE CONFUNDIRLOS!

Es importante que recuerdes que cuando trabajamos con niños, nuestra explicación debe ser lo más sencilla, métodos como el de "transformación" complica aún más que los niños comprendan por qué a veces llevamos o no uno.

EL MÉTODO DE LA RANA

Cuando comienzo el tema lo hago con la siguiente pregunta ¿Alguien ha visto una rana saltar hacia atrás? (cuando hagas la pregunta debes saltar hacia atrás) a lo que muchos responden que no, nunca han visto una rana saltar hacia atrás. En seguida les pregunto: entonces ¿cómo saltan las ranas? y algunos incluso imitan el salto y otros se limitan a decir hacia adelante. ¡Exactamente! Yo tampoco he visto una rana saltar hacia atrás, tal vez un gato sí, pero jamás a una rana. Pues lo mismo ocurre en la resta, nunca vamos hacia atrás sino hacia adelante... Les respondo.

Usualmente utilizo esta resta para evaluar si los alumnos saben o no restar en la evaluación diagnóstica que les hago al inicio, la cual usaremos también como ejemplo. A continuación trazo en la pizarra una recta numérica y en ella dibujo una rana (como te salga, pero dibújala).

   1111
-  999

Después les doy la siguiente explicación:

Como la rana no puede saltar hacia atrás, lo mismo ocurre en la resta. No podemos decir 9 para 1, ni tampoco podemos hacer trampa diciendo 1 para 9, porque nosotros no restamos de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba. Entonces ¿cómo hacemos para que la rana pueda saltar hacia adelante? muy fácil y aquí es importante que presten atención porque viene una primera regla. 

Cuando el número de arriba es más pequeño que el de abajo, le vamos a sumar siempre +10.  1+10= 11. Ya no es 9 para 1, sino 9 para 11. Ahora sí ¿cuántos saltos debe dar la rana para llegar al 11? (aquí ya cuentan contigo los saltos). Entonces tenemos que la rana debe dar dos saltos para llegar al 11. 



Siempre que hagamos esto de sumar +10 al número de de arriba, tendremos que llevar uno y ese que llevamos lo colocamos en el número que sigue en la parte de abajo y sumárselo. Y vemos que ya no es 9, sino un 10 porque  9+1= 10. Nuevamente ¿quién es más grande, el 10 o el 1? El 10 es más grande, por tanto al número de arriba sumaremos +10 y ahora ya es un 11 ¿cuántos saltos debe dar la rana para llegar del 10 al 11? 1 sólo salto.

Y así con cada número hasta terminar la resta. Te cuento que con este método mis estudiantes empiezan a restar más rápido y conforme practican ya no necesitan agregar el +10 al número que suman y a la tercera sesión ellos ya saben restar llevando uno. Este método hace un poco más visual y ejemplificada la resta, lo que ayudará a que los niños se sientan identificados con el referente de la rana y recuerden que deben llevar o sumar +10 para que la rana siempre avance hacia adelante. 

Esta misma estrategia la he implementado con estudiantes de secundaria, ya que me ha tocado atender casos donde están en el tercer año (o ya salieron) y no saben restar (ahora no te sorprenda que no presten atención cuando les hablas de álgebra) y en un lapso de 6 meses ya saben realizar operaciones algebraicas (cuando tengo que empezar con ellos desde la resta).

Es importante que tengas paciencia, cada niño/joven es distinto y hay que motivarlo para que sienta un entusiasmo por las matemáticas y no lo contrario. ¡Animo compañeros! que sí se puede :). Cualquier duda o comentario puedes dejarlo aquí mismo.





miércoles, 14 de diciembre de 2016

La Palabra: una forma rápida de aprender a leer

Por lo regular uno de los retos más importantes en la docencia es la alfabetización. En ocasiones pueden pasar meses y los niños aún no logran leer pequeñas oraciones. En esta ocasión te comparto un método que utilizo para alfabetizar adultos, PERO que también me ha ayudado muchísimo para alfabetizar niños. Este maravilloso método se llama LA PALABRA GENERADORA y es uno de los módulos iniciales del INEA (INAEBA en Guanajuato), institución encargada de la alfabetización de adultos. Este se basa en las aportaciones de Paulo Freire y me ha dado excelentes resultados. Para ello pido a los padres de familia impriman el libro o saquen copias, para que así todos los niños lo tengan, pues será el libro con el cual trabajaremos.

Si quieres conocer más sobre el libro y otras estrategias complementarias para los estudiantes sigue leyendo y entérate de cómo lograr que los niños comiencen a leer desde la segunda semana.






¿Cómo te llamas?

En la primera parte del libro el niño tiene que saber escribir su nombre, con lo cual puedes apoyarle para qué sepa cómo hacerlo. Saber escribir su nombre es importante porque se reconoce a si mismo y se siente identificado. Realmente es una alegría para ellos (sean niños o adultos) saber escribir su nombre, pues es parte de su identidad.


E, O, I, U, A... 

Una forma no mecanizada de aprender las vocales.


La segunda parte del libro consiste en aprender las vocales pero no de forma mecanizada (a, e, i, o , u), Una vez que ya aprendieron las vocales apoyándose de varios ejercicios se continua ya con la lectoescritura. Lo importante aquí es que sepan reconocer las vocales, pues con estas será mucho más fácil que puedan avanzar en los siguientes temas. Algo que es realmente útil es que el libro tiene indicaciones de lo que debes ir haciendo, lo cual es muy bueno cuando se trata de dejar algunas tareas o pedir a los padres que repasen en casa por medio de juegos y entiendan qué es lo que se está haciendo.

Si tus estudiantes ya saben las vocales, no será necesario ver este tema y podrás saltar al siguiente.




¿Qué ves aquí?

Es la pregunta con la siempre se inicia cada tema, el primer tema es PALA, con una imagen de esta en la portada, cuando muestres esta imagen haz la pregunta ¿qué ves aquí? ellos responderán ¡Es una pala! en seguida harás la pregunta ¿Entonces qué crees que diga aquí abajo? y contestarán (algunos a modo de pregunta) ¡¿Pala?!. Después se trata de ir repitiendo las sílabas formadas por estas dos letras (L y P) pero NO de forma mecanizada nuevamente, sino de forma aleatoria. Después se pasa a escribir estás sílabas, seguido de algunas palabras. Al final de esta lección, tus estudiantes serán capaces de leer oraciones cortas que sean formadas por P y L. Por ejemplo:

Lupe pela la papa
Pili lee el papel
A Lalo lo pela Lupe


Lo importante es animar a los niños y hacerles ver que son capaces de leer y en muy poco tiempo. Algo que me gusta mucho de este método es que los enseña a ser conscientes de lo que leen y escriben, haciendo aún más significativo el aprendizaje para ellos. Con el tema de las vocales me llevé 2 días y los siguientes me dediqué al tema de la PALA, dos semanas más tarde ellos ya sabían leer las oraciones que te muestro, así como escribir algunas más cortas ellos.





Estrategias complementarias.

Algunos juegos que puedes usar para complementar su aprendizaje es por medio de tarjetas, en las que estén escritas las sílabas, tú les dictas una palabra y ellos deben de formarlas. También suelo hacer competencias, en una mesa coloco varias silabas y en la pizarra pongo otras, luego les digo que palabra deben completar y ellos deben buscar la silaba que falta y correr hasta la pizarra (de lo más divertido esto jajaja). Por último jugamos a pescar palabras, otra estrategia que puede jugarse en equipos, donde compiten por pescar la sílaba que falta para completar la palabra (acompañada de una imagen) que coloco en una ficha y pego en la pizarra. Para este ultimo juego puedes apoyarlos elaborando sus cañas de pescar hechos de estambre, clips y una barita; las tarjetas que pescan se colocan en el suelo o la mesa y les pones un clip levantado para que puedan pescarlas con su caña.

Tú puedes usar otros juego complementarios, la creatividad de un docente no tiene fin, pero la finalidad es que se diviertan aprendiendo y no sea aburrido y mecánico el saber leer. Recuerda reforzar el tema de lectoescritura leyendo un cuento y haciendo preguntas para abordar la comprensión lectora.


¿En dónde puedo encontrar el libro?

El libro puedes descargarlo de manera gratuita en el siguiente link, es el cuaderno de EJERCICIOS, puedes checar los otros materiales y ver los que te puedan ayudar también en el aula. Todo puede ser impreso :D
http://www.cursosinea.conevyt.org.mx/index.php?option=com_k2&view=itemlist&task=tag&tag=Alfabetizadores&Itemid=156

Para más información sobre este metódo y los materiales puedes consultar este otro link.
http://es.slideshare.net/Simmon/planteamiento-mtodo-la-palabra-generadora

Gracias por leerme y espero tus comentarios, siempre me son de mucha utilidad. Cuéntame ¿te ha funcionado? :D




jueves, 8 de diciembre de 2016

¿Qué son las multiplicaciones? Estrategias para su aprendizaje (Parte 2)

En la entrada anterior hablaba sobre lo qué eran las multiplicaciones y una forma sencilla de poder explicar a nuestros estudiantes el tema. En esta ocasión hablaré sobre otras estrategias que utilizo posteriormente para que ellos logren memorizar las multiplicaciones de a poco, sin necesidad de recurrir a la repetición mecánica.


La tabla de Pitágoras o tabla de multiplicar 

Esta es la verdadera tabla de multiplicar, en lo personal me gusta más usar esta que las que comúnmente se usan, ya que abarca dos formas de aprender, por un lado la visual y por el otro la cinestecica, pues ven de una forma rápida el resultado y con la yema  de los dedos buscan la relación entre uno y otro número.  Cuando trabajó con ellos las operaciones de multiplicación, les permito en todo momento utilizar la tabla de multiplicar, pues lo que busco no es necesariamente que hagan las cosas de memoria, sino que sepan el procedimiento de la operación. Pronto observarás que los niños o jóvenes hacen cada vez más rápida su búsqueda del resultado en la tabla, esto es porque poco a poco de manera inconsciente comienzan a memorizar el resultado y aveces ya sólo checan la tabla para corroborar. Con el tiempo dejan de utilizarla, ellos solos deciden dejarla cuando están listos, pues logran recordar con facilidad el resultado de las multiplicaciones. Aquí es de suma importancia no presionar los niños en aprender todo de memoria o hacerlos sentir mal si aún no han memorizado las multiplicaciones, o bien, prohibir el uso de la tabla cuando realicen operaciones de multiplicación, ya que más que ayudar los hace ir en retroceso y termina por fastidiarlos, haciendo que finalicen odiando las matemáticas (y estoy segura de que buscamos todo lo contrario).


,


¡Encuentra el submarino!

Este es un juego de mesa que se puede jugar en equipo (máximo 5) o de manera individual. Consiste en realizar una serie de tarjetas en las que de un lado pondremos el resultado de la multiplicación y del otro lado pondremos la multiplicación que nos da el resultado. Los niños deben apoyarse de la tabla de Pitágoras para realizar esta actividad, pues ellos sólo verán en resultado y en una hoja de papel deben escribir todas las multiplicaciones que pueden dar ese resultado.  Por ejemplo, en la tarjeta se ve el resultado 20, a continuación el niño anota todas las multiplicaciones que le den ese resultado: 4x5, 5x4, 2x10 y 10x2. Después debe escoger una de esas multiplicaciones poniendo un asterisco en ella o subrayándola. A continuación el moderador debe voltear la tarjeta y si adivina la multiplicación donde se escondía el submarino recibe un punto. Al final gana el niño con más puntos acumulados. 

Cuando se juegue de manera individual igual no deja de ser divertido, pues al final se trata más de un juego de azar. La competencia entre ellos es bastante divertida pues realmente nada asegura quién podrá ganar. Los estudiantes se divierten y al mismo tiempo aprenden las multiplicaciones. Puede jugarse infinidad de veces, en ocasiones lo dejo como tarea y explicó a los padres cómo se juega para que también lo hagan en casa con los miembros de la familia.



Aquí te comparto algunas fotografías  que he tomado de mis sesiones.



La fabrica de chocolates

En este tendremos diferentes tarjetas en unas escribiremos Chocolates y en otras paquetes. También pondremos el número de chocolates y el número de paquetes en estos. Este juego lo recomiendo cuando inician el tema de multiplicaciones, también para aquellos niños que tiene  aún dificultad con el tema, aunque se traten de niveles más altos. 

Consiste en sacar dos tarjetas, una de chocolates y otra de paquetes, ya sea que lo dibuje o que se apoye con frijolitos, semillas o dulces (¡qué mejor!), tiene que ir armando los paquetes y al final contar cuántos chocolates tiene al final. De esta forma sigue asociando la suma repetitiva de un mismo número como resultado de la multiplicación.

Espero que estas estrategias te ayuden con tus estudiantes, recuerda que no debes forzarlos a memorizar o hacerlos sentir mal si aún no recuerdan las multiplicaciones. Se trata de que amen aprender y de que amen las matemáticas. La mayoría de mis estudiantes inician odiando las matemáticas, pero después de varios juegos y otras estrategias (que por supuesto te compartiré más adelante) terminan amando la materia. Incluso hay veces que duramos 4 horas continuas con el tema de matemáticas pero con estos juegos y otros ejercicios el tiempo pasa volando y no resulta pesado para ellos. Sé que es difícil la docencia, sobre todo porque tenemos un sistema que la verdad no ayuda, saturando de contenidos el currículo y dando tan poco tiempo para profundizar en cada uno de ellos o hacer otro tipo de actividades. Lo que vale es intentarlo y hacer ese pequeño acto de rebeldía en nuestras aulas, enfocándonos en lo que realmente importa y es APRENDER (tanto el educador como el educando).

Como siempre te agradezco el haberme leído y te invito a hacer comentarios más abajo, los cuales siempre son bienvenidos y me ayudan bastante a seguir aprendiendo de todos Uds.


viernes, 2 de diciembre de 2016

¿Qué son las multiplicaciones? Estrategias para su aprendizaje

En esta ocasión te vengo a compartir una de mis estrategias para que los estudiantes comprendan lo que son las multiplicaciones. Por lo regular para algunos niños resulta un poco complicado (o mucho) memorizar las tablas de multiplicar, eso se debe en un principio al hecho de que memorizan en vez de comprender lo que son y cómo es que funcionan. Las personas tendemos a recordar mejor aquello que nos es significativo y que podemos explicar a otros sin dificultad, es por ello que repetir como loros "las tablas de multiplicar" hasta memorizarlas resulta poco convencional.



¿Qué son las multiplicaciones?

Esta es la pregunta con la que inicio la sesión y doy un tiempo para que la asimilen, reflexionen y me digan qué es lo que ellos consideran son las multiplicaciones. Por lo regular todos me responden "Es multiplicar un número con otro... Es cuando dices 2x1=2... Es cuando haces una operación para saber cuánto es lo que te sale de multiplicar, etc" rara vez me he topado con niños que acierten o se acerquen a lo que son. Aquí es importante que evitemos decir palabras como "No, eso no es o te equivocaste" con un simple "Bueno, eso es lo que tú piensas que son, vamos a ver si acertaste" es más que suficiente, de lo contrario harás que los niños ya no quieran participar por miedo a equivocarse. Hay veces que tendrás que insistir  en que participen, motivalos diciendo "No importa si se equivocan, recuerden que estamos aprendiendo y de los errores aprendemos más", esto ayudará a generar una mayor confianza en lo que dicen y perder el miedo a participar.

A continuación procedo dando la "revelación":

"Las multiplicaciones son ¡sumas rápidas!"

Al inicio los niños se encuentran un poco confusos ¿sumas rápidas?(sobre todo los que son de niveles más altos como 4.º o 6.º). Ahora explico el por qué (si al igual que ellos te encuentras igual de sorprendido), que es la forma en que les explico a ellos de lo qué se trata apoyándome de la pizarra.

Cuando nosotros escribimos estas dos multiplicaciones:

5x4=__________________=20

4x5=__________________=20

En apariencia parecen lo mismo, a lo que siempre después de escribir esto en la pizarra les pregunto ¿Son lo mismo? a lo que ellos responde SÍ, luego les cuestiono ¿Por qué son lo mismo? a lo que responden "son los mismos números y el mismo resultado" hay veces en que alguno de pronto responde "No son lo mismo porque tienen los números invertidos". Ahora bien, continuo la lección diciendo "¡Pues no, no son lo mismo!". Nuevamente un rostro lleno de dudas se dibuja en sus caras y les explico el por qué.

En el primer caso (5x4), estamos diciendo que el primer número (5) es el número que vamos a sumar, mientras que el segundo (4) nos indica el número de veces que lo vamos a sumar. Por lo que en realidad lo que estamos haciendo es:

5x4= 5+5+5+5=20

Después les pido a ellos que analicen el segundo caso y digan entonces qué es lo que pasará con la operación, a lo que ellos comprenden de inmediato y dicen:

4x5= 4+4+4+4+4 = 20


Es aquí donde hago hincapié en que lo que estamos haciendo todo el tiempo es sumar, pero que en vez de perder tiempo elaborando nosotros mismos las sumas, alguien tuvo la maravillosa idea de agruparlas en columnas (que por cierto erróneamente llamamos tablas de multiplicar), para así rápidamente ver el resultado de esa suma, lo que se pide a los niños no es otra cosa que memorizar los resultados de una suma.

Con esto, nuestros estudiantes entiende que si olvidan el resultado de una multiplicación, basta con sumar varias veces ese número, o bien, sumar o restar al resultado el número que estamos multiplicando. Suelo decirles a mis estudiantes que no son números mágicos, o que son esos resultados así no más porque sí, sino que cuando coinciden resultados fue producto de sumas diferentes.

Tal vez no sea correcto decir que son sumas rápidas (como tanto me insiste mi pareja, ingeniero por cierto), sin embargo es una forma mucho más sencilla de explicar a un niño o joven qué son  y que fácilmente él también pueda explicar a otros lo que son y el por qué. Esta explicación tan sencilla, me ha ayudado bastante cuando abordo el tema, pues una vez comprendido lo que se hace resulta para ellos mejor el poder memorizarlos.

Ahora, no necesariamente los pongo como loros a repetir las tablas hasta que las aprendan, para ello utilizo otras estrategias que me son de mayor utilidad, siendo algunas juegos de mesa que ellos mismos pueden elaborar y que resulta bastante divertido cuando hacemos la actividad en las sesiones. Además aquellos niños que se han ido rezagando, se regularizan de una forma más rápida. A veces se trata de ver el problema desde otra perspectiva, pues siempre hay más de una forma de resolver un problema, pero para ello hay que saberlo observar desde distintos ángulos.

De estás otras estrategias que utilizo para el tema de multiplicaciones hablaré en las siguientes entradas, por lo pronto espero que esto te sea de utilidad y que te sirva tanto como a mí me ha servido. Recuerda que puedes dejarme tus dudas o comentarios aquí abajo, TODOS son bien recibidos, pues de ellos aprendo bastante.








Culpables vs. Responsables. Una estrategia para disciplinar en el aula.


Cuántas veces no ha llegado hasta nosotros un pequeño, que tras correr por medio patio escolar, nos da la noticia de que fulanito le pegó o le dijo algo que le ofendió. Por lo regular sólo se castiga a uno, ya sea dejándolo sin receso o sin la materia de deportes, pero a pesar del castigo la conducta vuelve a repetirse.

Una estrategia que he llegado a implementar y me da muy buenos resultados, es colocar a ambos niños uno enfrente del otro, posteriormente realizo la pregunta ¿Por qué le hiciste eso a zutanito?, aquí el niño empieza a exponer los motivos que lo llevó a sus acciones. Es importante escucharlo y evitar interrumpirlo, también pedir a su otro compañero que evite hacer comentarios hasta que sea su turno de exponer los hechos. Una vez que el niño acusado expone sus motivos es necesario escuchar si dentro de los motivos hubo responsabilidad del otro (por lo regular así sucede), igual que con el primer niño hay que escuchar con atención y sin interrupciones la versión de su historia. En ocasiones me ha tocado situaciones en la que es toda una cadena de eventos y algunos comienzan por accidente, pero los niños (o jóvenes) al no reconocer esto como tal, lo ven como algo hecho a propósito y comienza el caos.

Después de escuchar amabas versiones digo lo siguiente: A ver fulanito, tú le vas a ofrecer (No pedir) una disculpa a zutanito porque le hiciste esto y aquello. A continuación casi siempre sólo dicen "¿Me perdonas?" y aquí es muy importante hacer consiente a nuestros estudiantes de sus acciones, es decir, que repitan el motivo por el cuál ofrecen disculpas, por lo que hago la observación diciendo ¿Me disculpas por qué...? ¿Qué fue lo que le dijiste o hiciste? a lo que el estudiante vuelve a repetir "¿Me disculpas por haber hecho o dicho esto y aquello?". Durante este momento uno sólo funge como moderador de la situación, por lo que a continuación se pregunta al otro niño ¿Zutanito, estás de acuerdo, lo perdonas? Y aquí es importante que las palabras salgan de su boca, no sólo que asienta con la cabeza, que por lo regular la respuesta siempre es un Sí, te perdono.

Esto mismo se repite con el otro niño (el ofendido, que al final vemos no es tan victima como pareciera). Una vez que ambos se han disculpados se procede a darse la mano y de ser posible, un abrazo de amigos y compañeros. Este ejercicio tan sencillo me ha ayudado incluso a tener una mayor convivencia y es una forma rápida de olvidar las rencillas y el rencor, pues el niño que fue culpado evitará una forma de "vengarse" por haberlo delatado. De esta forma ambos reciben justicia y quedan a mano.

Esta estrategia la he implementado con niños de preescolar y hasta con jóvenes de secundaria. En ocasiones es tanta la vergüenza de ofrecer disculpas que piensan dos veces antes de hacer lo mismo, pues finalmente es un acto de humildad y de saber reconocer nuestros errores, dejando de lado el orgullo y el ego.

Hay veces en la que sólo es una persona, o más, quienes provocaron todo, por lo que el ejercicio sólo aplica al victimario y no a la victima. También a veces nos toparemos con niños que no quieren disculparse a lo que sólo les puedo recomendar paciencia, al final terminan cediendo. Es vital no ser nosotros quienes desistamos, pues los estudiantes lo asumirán como una forma fácil para evadir su responsabilidad. Habrá situaciones en que uno u otro rompa en llanto, es natural al darse cuenta de que son responsables de algo y que sus actos tienen consecuencias, las cuales también asumen. En su momento también escucharán el "No le hice o dije nada" y aquí es necesario pedirle a la victima exponga lo que él consideró una ofensa o falta de respeto, para que así el niño repita en la disculpa el motivo por el cuál lo hace.

Espero esta estrategia te ayude en algún momento en tu aula tanto como a mí me ha ayudado. Cualquier comentario, como siempre, es bien recibido, pues aprendo bastante de ellos. Recuerda sólo no postear varias veces, ya que blogger bloquea esos comentarios porque los toma como spam y me resulta complicado después poder responder.


lunes, 21 de noviembre de 2016

Cinco reglas que no pueden faltar en el aula

Sin duda las reglas nos ayudan a mantener un orden y evitar el caos en  nuestras aulas ¿Pero qué tal unas reglas que nos ayuden a generar confianza en nuestros estudiantes? Es decir, una normativa que sea fácil de cumplir por ellos y que lejos de atemorizar  por no seguirlas al píe de la letra, los motive a esforzarse cada día más y mejorar consigo mismos.

Fue a partir de esto que en mis asesorías decidí crear en un inicio cuatro reglas muy sencillas y una quinta regla fue propuesta por una de las pequeñas que asiste a clases conmigo. Estas me han dado tan buenos resultados que quiero compartirlas contigo, esperando que te sean de gran utilidad y que pronto veas los cambios positivos como me ha ocurrido también.


1.- Prohibido decir NO PUEDO.

Por lo regular cuando les doy esta primera regla una sonrisa se dibuja en sus rostros, a veces no sé si se identifican con esto o porque esperaban otro tipo de regla (ser puntual o guardar silencio por ejemplo). Lo que sí es que dejo muy en claro que prefiero que me digan NO SÉ a un no puedo, pues si me dicen no sé significa que lo pueden aprender, pero si me dicen no puedo significa que están incapacitados para aprender (como pedirle a alguien sin piernas que corra, a menos que tuviera algún aparato que se lo permitiera). Cada que dicen no puedo, es sembrar una semilla que crece cada día más y después resulta difícil arrancar de raíz de sus cabezas. Todos pueden aprender, algunos lo hacen más rápido y otros más lento, el ritmo de cada niño es distinto y como docentes debemos ser nosotros quienes nos adaptemos a ese ritmo, no los niños a nosotros (aunque el sistema educativo nos obligue de algún modo a hacer lo contrario).

2.- Equivocarse

Finalmente es de los errores de los cuales aprendemos más, por lo tanto sería terrible castigarlo. En mis asesorías está más que permitido equivocarse, si un ejercicio no lo responden correctamente, basta con señalar con un bicolor dónde erraron y anotar la respuesta correcta, para así después recordar dónde es que se equivocan más seguido y prestar atención en esa parte, aprenden de su error. Lo mismo cuando responden, lo importante es que digan lo que ellos piensan y después se den cuenta si estaba bien o mal y si estaban mal, saber el por qué de ello. Todo debe partir de una reflexión de lo que se hace el porqué se hace.

3.- Corregir

Si ya cometiste el error ahora viene la tercera regla: CORREGIR. Es importante aprender de los errores y saber solucionar los problemas sin temor. Al auto-corregirse ellos mismos se vuelven más cocientes de lo que hacen, además de que los motiva a mejorar, pues se percatan de que pueden hacerlo y que el ser mejores no es exclusivo de unos cuantos, sino que todos tenemos la oportunidad de serlo, sin excepción. Enseñarlos a corregir lo que han hecho mal, los enseña también a ser más responsables con sus actos y a darse cuenta de que estos tienen consecuencias (positivas o negativas). Esta regla crea en ellos una mayor confianza y darse cuenta de que si cometen un error no es tan malo, pues siempre habrá manera de solucionarlo. Además aprenden a ser persistentes, para así lograr alcanzar sus objetivos, aunque hayan tropezado más de una vez (o ¿a caso la invención de la televisión, la radio o la bombilla se dio de la noche a la mañana?).

4.- Divertirse

¿Por qué la clase debe ser aburrida? Aquí es importante estar siempre abiertos con nuestros estudiantes, escuchar lo que ellos necesitan para aprender, pues no todos aprenden de la misma forma y con las mismas estrategias didácticas. Preguntas como ¿Te es aburrido o divertido? ¿qué te gustaría que hiciéramos para que tú puedas aprender? ¿con qué te gustaría que comenzáramos el día? Este tipo de preguntas crean una relación de confianza con nuestros estudiantes, es necesario que sí tomemos en cuenta sus sugerencias pues así ellos creerán en nosotros y sentirán que son importantes sus opiniones.

5.- Tener confianza

Esta ultima regla fue sugerida por una de las pequeñas a las que doy clases, una regla bastante acertada, pues muchas veces por el temor a equivocarnos o nuestras propias inseguridades, nos negamos  hacer ciertas cosas que nos ofrecerían un aprendizaje único y significativo. Muchas veces los niños más inseguros me ha tocado ver que son los más acertados en sus respuestas, pero por el miedo al error (y sus represalias cuando se les castiga) les ha mal educado a preferir el silencio a ser escuchados.

Espero que estas reglas te sean de utilidad tanto como a mí me han ayudado, espero pronto ver tu comentario contándome tu experiencia con ello. Cualquier otro tipo de opinión es también bien recibida, pues de ello aprendo bastante. Recuerda poner tus comentarios en un perfil público, ya que de lo contrario no podrán ser visibles para mí.






viernes, 18 de noviembre de 2016

Evaluar vs Calificar: una nueva forma de evaluar sin números.

Algo que me ha mantenido en constante conflicto, es esto de tener que asignar una calificación a una persona (sea un niño, joven o adulto), simplemente es algo que como docente  no me puedo permitir hacer. La razón es muy simple ¿Cómo puede evaluarse de manera cuantitativa un hecho cualitativo? Y cuál es ese hecho... ¡El aprendizaje!

Recién me invitaron a impartir un taller para docentes de universidad, en el que se busca aprender a evaluar por el modelo de competencias. Desde un inicio empecé a  hacerme distintas preguntas sobre esto que llamamos competencias, una de ellas es el hecho de  cómo es posible garantizar se generé una competencia en tan poco tiempo (4 meses)...¿A caso eso es posible? Es difícil determinar el momento en el que un estudiante hará "clic". Como bien lo decía Steve Jobs "las conexiones las hacemos hacia atrás, no hacia adelante". No sabemos realmente en qué momento servirá aquello que hemos aprendido y cuándo le daremos utilidad, pues es hasta ese preciso instante que se logra desarrollar la competencia. Cuántas veces nos ha ocurrido que de pronto decimos "Oh ya... Ahora ya entiendo a qué se refería fulanito con esto"... Y a veces han pasado años desde que lo "aprendimos" hasta que lo asimilamos o lo interiorizamos.

Como docentes resulta difícil crea rubricas de evaluación en un modelo por competencias ¿por qué? pues debido a que hablamos de un sistema abierto del aprendizaje (que si nos ponemos a analizar a profundidad no es más que retomar lo que se ha venido diciendo por décadas sobre lo que debe ser la educación en las aulas), no podemos seguir evaluando con métodos arcaicos de la educación tradicionalista.  En una ocasión, una docente me hizo una observación sobre lo que ella consideraba era conductista (una persona frente a un grupo indicando cómo debiera realizarse cierta actividad o procedimiento), no quise en ese momento continuar la discusión, pero qué más conductista puede ser la acción de "Si haces esto vas a tener un punto y si haces esto otro tendrás un 10... Si no llegas temprano no tienes derecho a un examen... Si no pasas este examen vas a reprobar y tendrás que re cursar la materia/año escolar". Se piensa que el conductismo sólo es visible en la didáctica, pero también está presente en la evaluación.

En el momento en que condicionamos el aprendizaje a un número (tienes 10, 9, 8, 5, 0, etc.), enseñamos a nuestros estudiantes (de manera inconsciente) que aquí lo importante no es lo que aprendiste y el cómo lo aprendiste... ¡Sino pasar!. Después no debe extrañarnos escuchar de la boca de aquellos a quienes pretendemos enseñar decir -Lo importante es pasar, con lo que sea, pero pasar-. Asignar una calificación a los estudiantes, desvirtúa por completo el fin de la educación... ¡APRENDER!.

En mis clases, jamás he dado una calificación. Al principio los niños se sienten un poco confusos, pues la costumbre de ver un número que les indique si están en la cima o en el abismo no es algo que se olvide de la noche a la mañana, sin embargo en las siguientes sesiones se sienten mucho más cómodos y participan con el deseo de aprender y no de pasar. No niego que existan aquellos que se sienten más seguros al ver un número, pero sin duda los estudiantes con peores calificaciones se sienten mucho más aliviados.

En las asesorías que doy son ellos quienes se evalúan, generando así un entorno de confianza y honestidad consigo mismos. Para ello los estudiantes llevan consigo un bicolor o algún otro color que les guste, cuando se resuelven las operaciones o ejercicios en la pizarra ellos palomean o tachan su cuaderno conforme a sus resultados obtenidos, encerrando en un círculo los errores y anotando abajo el resultado correcto. Al hacer esto, ellos mismos pueden observar cuáles son los errores que más cometen y así no volver a caer en ellos. Es finalmente de los errores de donde se aprende, pues un experto no es aquel que ha hecho bien las cosas todo el tiempo, sino el que más equivocaciones ha cometido (ahora ya se sabe qué no hacer).

Aquí no importa el número de aciertos o errores, sino el avance que se está teniendo en los aprendizajes (no se suman las palomitas ni las tachitas). Los estudiantes se dan cuenta de que no sirve de nada copiar resultados, pues lo que importa no es tener una calificación, sino entender lo que se hace porque tendrá o tiene una utilidad en sus vidas. La mejora en mis estudiantes con este método es impresionante, niños y jóvenes que en su momento fueron etiquetados como lo peor, muestra signos de mejoría muy buenos en poco tiempo además de una mayor confianza, motivación y disposición para el aprendizaje.

Es importante que no asignes tantos ejercicios como tarea, ya que si dejas arriba de 5 los estudiantes se muestran indispuestos a hacerlos, además de que termina por convertirse en una perdida de tiempo con nuestros estudiantes al momento de revisar tanta tarea (sin mencionar la cantidad de estudiantes), tiempo que estaríamos mejor invirtiendo en observar cómo trabajan nuestros estudiantes, apoyándolos cuando tienen dudas o haciendo cualquier otra actividad lúdica.

Te invito a hacer la prueba con tus estudiantes y cuéntame tu experiencia con ello. Recuerda que lo más importante no es dejar ejercicios para sumar "puntitos" y convertirlos en una calificación, sino para practicar y observar el avance de nuestros educandos, pues lo que se evalúa no es si van a clases o no, si hicieron tarea o no, sino SÍ están aprendiendo o no (aunque no sea dentro del aula).










martes, 2 de agosto de 2016

¿Qué críticas? ¿Qué propones? ¿A qué te comprometes? y ¿Qué haces? (1ra Parte)


En este artículo hago una reflexión sobre algunas situaciones  que nos hemos atrevido en algún momento a criticar, muchas veces perdemos más nuestro tiempo en quejarnos en vez de aportar soluciones, o mejor aún, en llevar a la práctica eso que proponemos.

Una vez mi mamá me contó una historia que me hizo reflexionar bastante cuando niña, seguramente ya haz escuchado el cuento de “El perro y el clavo” ¿No? Pues verás, en una casa se escuchaban los aullidos de un perro, eran tan fuertes y  tan horribles que transmitían un gran dolor.  Un vecino se acercó a la casa para averiguar que era lo que ocurría con ese perro. Lo que encontró fue un perro sentado que no paraba de llorar y no se movía, solamente aullaba. El vecino pregunta al dueño -¿qué es lo que tiene el perro?- y el dueño del perro le dice – Lo que pasa es que el perro está sentado en un clavo- a lo que el vecino respondió - ¡Pobre perro! Pero ¿por qué no se mueve si le duele tanto? – y el dueño responde - ¡Porque no le duele suficiente!.


¿Cuántas veces nos ha ocurrido algo similar a esta historia? Seguramente en más de una ocasión. Cuando trabajaba en INEGI tenía un jefe que siempre nos decía “A mí no me vengas con problemas, a mí dame soluciones” y tenía razón, muchas veces hablamos más de los problemas y pocas veces de las soluciones en concreto, de llevarlas a cabo y ser constantes hasta que el problema sea solucionado de raíz.

¿Conoces a Crank Casey? Pues él es un personaje de la película Robots, no es el personaje principal de la película, sin embargo dice algo que sería bueno todos en algún momento de nuestras vidas debiéramos decir “Estoy cansado de quejarme y no hacer nada”. Si eres de los que ya dijeron esto y aún no saben cómo comenzar a hacer acciones en concreto, sigue leyendo para saber por dónde empezar.


1.- La educación del país está del asco y la gente es educada por el televisor.

No negaré que la educación en nuestro país no es la que todos quisiéramos. Cierto es que nuestro país es de los países de la OCDE con mayor rezago educativo y Guanajuato está en el 6º lugar en rezago educativo en el país (México).  En estudios y congresos por parte de la OCDE se ha hablado de la importancia de un país educado, pues se ha demostrado que los países con buena educación también tienen un mejor bienestar económico y desarrollo tecnológico. Pero… ¿Cómo podemos contribuir para mejorar esto?

INEA – INAEBA
El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (en Guanajuato es más conocido por el  Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos) ofrece una excelente oportunidad para brindar apoyo a las personas adultas que no saben leer y escribir o bien, que no han terminado su educación básica (esto es el rezago educativo). Puedes brindar parte de tu tiempo (al menos de 2 a 4 horas a la semana) haciendo servicio social en esta institución. Incluso te dan una pequeña gratificación si logras que las personas acrediten sus exámenes y continúen con sus estudios. Recientemente me inscribir como asesor y no hay nada más gratificante saber que estás ayudando a que otras personas salgan adelante y se superen, que tengan la oportunidad de que se les abran nuevas oportunidades laborales y académicas.

Así como en educación básica, también está la posibilidad de que aportes tu granito de arena en la educación media superior.


Como profesionista o empresario

Si ya eres un profesionista o empresario, otra forma de motivar a las personas desde temprana edad es acudiendo a las escuelas (de cualquier nivel, incluso Superior), y platicar cómo fue tu experiencia de vida, cómo fue que lograste alcanzar tus metas y qué consejos les darías para que ellos también tuvieran éxito al cumplir sus objetivos.

También puedes contribuir con donativos en especie como computadoras, útiles escolares, libros para lectura, material didáctico, pintura, mantenimiento a las escuelas, organizar un viaje educativo o la compra de paneles solares para aquellas escuelas que no tienen electricidad. Hay muchas formas de apoyar la educación de nuestro país.


Como Docente

Si eres Docente (nuevamente del nivel que seas), demuestra esa pasión y compromiso con tus estudiantes, siempre da más de lo que te pide un currículo formal (después de todo no por nada existe el currículo oculto) no caigas en el conformismo, no se trata solamente de ir a cobrar un cheque, sino de generar el cambio en los ciudadanos. Hay docentes que realmente me han inspirado, a pesar de las condiciones tan deplorables  en las que se encuentran sus escuelas siguen adelante y contagian a sus estudiantes de ese espíritu positivo, de no rendirse a pesar de las circunstancias y lo que crea la gente.

Otros se han preocupado por mostrarles la importancia de ser emprendedor, independiente y autodidacta, no sólo con palabras sino también con el ejemplo. Jamás limitan a sus estudiantes y mucho menos opacan su entusiasmo por aprender y cuestionar lo que les rodea. Siempre están pensando cómo motivar y ayudar a sus estudiantes  a que salgan adelante, son flexibles y generan entornos de dialogo en sus aulas y sobre todo no hay autoritarismo en sus clases.
Por ultimo, se preocupan por la investigación y estar actualizados todo el tiempo, para así brindar el mejor aprendizaje a sus estudiantes y orientarlos en la búsqueda del conocimiento. Necesitamos más docentes de este tipo ¡Qué se comprometan con la educación de sus estudiantes!.


Como estudiante.

Tal vez pienses que como estudiante no puedes hacer mucho, que necesitas tener dinero para realizar proyectos o un cargo importante para lograr el cambio y puedo decirte que no es así.
Realiza un buen servicio a la sociedad, ya sea educando a adultos o generando proyectos en el que ayudes a las personas a tener una buena alimentación, vestido o una vida saludable. Pon en práctica lo que sabes y compártelo con los demás, y sobre todo, con aquellos que lo necesiten. Puedes realizar talleres para niños, jóvenes o padres de familia, busca temas que creas son importantes que aprendan (educación ambiental, educación sexual, salud, enfermedades, adicciones, etc.) créeme que con que llegues a uno ya estarás haciendo la diferencia.


Cuando estaba en la Lic. en Educación emprendí un par de proyectos, uno fue el dar talleres de reciclado de papel y mascaras a niños de colonias marginadas. Fue muy gratificante cuando uno de los niños (tiempo después del taller) me dijo –Maestra, en mi casa seguimos haciendo papel, usamos una cubeta, un gancho de metal y las medias de mi mamá- hasta se me salió la lagrimita de la alegría, nunca pensé que haría un cambio en una personita.  Después de eso ya hasta acudían mamás al taller para aprender también.  El otro proyecto fue a raíz de esto y fue el crear una biblioteca infantil y juvenil, donde hubiera un espacio para motivar por medio de actividades tanto a niños y padres de familia a leer en casa y mejorar su comprensión lectora (porque lamentablemente existe el analfabetismo funcional, saben leer pero no entienden lo que leen). Todavía siguen dando seguimiento a este proyecto en la Licenciatura donando libros para el proyecto.

Este ultimo proyecto me ha entusiasmado tanto que decidí darle seguimiento y espero pronto llevar a cabo mi idea de Ludoteca y Centro de Aprendizaje Digital, donde por medio de diversas actividades el publico en general aprenda constantemente a través de juegos lúdicos, libros, vídeos e Internet; brindando la oportunidad de también reducir la brecha digital y haya menos analfabetas digitales. Es un sueño que esperemos pronto beneficie a muchos.

También me ha tocado dar capacitaciones a mis compañeros universitarios para que aprendan a navegar en las bases de datos de la OCDE y bases de datos, ofreciendo otras opciones de búsqueda en investigación a parte de Wikipedia o el rincón del vago.

Transmitir a otros lo que sabes no sólo es la mejor manera de aprender, sino también de educar a otros.

Como padre de familia

Definitivamente como padre de familia tienes el compromiso más grande, muchos padres piensan que la educación de sus hijos es tarea del gobierno y que empieza desde el preescolar… GRAVE ERROR. Si uno se pone a investigar sobre la historia de la educación,  si nos regresamos a la época de grandes civilizaciones como la egipcia, griega, romana o incluso prehispánica; la educación siempre empezaba en casa. Era en casa donde aprendían los usos y costumbres, la historia de sus antepasados, leyendas, cuentos, tradiciones, religión, valores, etc. Cuando los hijos eran adolescentes es cuando accedían a una educación formal para ser guerreros, médicos, escribas, arquitectos,sacerdotes, etc. Si bien el trabajo y el modo de vida que tenemos hoy día nos hace cada vez pasar menos tiempo con la familia, este por ningún motivo debe ser descuidado.

Tanto los niños y jóvenes reproducen muchas cosas de los padres, de lo que ven en casa, ya sea positivo o negativo. Si como padres no damos importancia a valores tan fundamentales como el respeto, la honestidad y a ética, no esperemos que nuestros hijos sean el mejor futuro de la nación… ¡ellos son el presente, es ahora que debes actuar! Enseña estos valores con el ejemplo, a los niños no los podemos engañar, nuestras acciones dicen más que las palabras.

Dedica tiempo para la educación de tus hijos, apóyalos con sus tareas, motívalos siempre a seguir adelante y que no se rindan. Por las noches puedes leerles un cuento, esto no sólo ayuda a los niños a prepararse antes de dormir, sino que también crea vínculos de comunicación y genera en ellos el habito de la lectura. Recuerdo que mi mamá siempre nos compraba libros de todo tipo y me encantaba leerlos y ver las ilustraciones de las páginas. Ahora mis hermanos y yo tenemos ese habito de leer.

Tengo un tío que difícilmente terminó la secundaria, pero realmente me parece un ejemplo a seguir, ya que siempre se preocupo porque sus hijos aprendieran y en sus ratos libres jugaba con sus hijos a leer, le funcionó tan bien este juego que a la edad de 3 o 4 años ya los niños sabían leer y escribir, así como contar. Recuerdo que ya a muy corta edad les empezó a enseñar a sumar, restar y multiplicar, todo siempre como juego. Cuando entraron a secundaria mi tío nos pedía libros que hubiéramos llevado y que le ayudaran a aprender con mayor facilidad. Él sin duda estaba involucrado en la educación de sus hijos y no  sólo eso, también se comprometió en ello.


Apoyar a los hijos hasta donde se pueda en su educación debes ser también una misión como padres y encontrar soluciones para que estos no dejen de lado sus estudios no es una tarea fácil para todos, sin embargo ya hemos visto que la situación económica no es una excusa.

2.- Mi maestro(a) NO me enseña nada.


Muchas veces como estudiantes nos quejamos de que si el profesor es un tradicionalista o un barco, sin embargo no veas esto como una limitante para no aprender, créeme fue gracias a un maestro Titanic que aprendí muchas cosas en relación a recursos educativos abiertos, objetos de aprendizaje y TIC´s que me han ayudado bastante a lo largo de mi formación. Si ya te diste cuenta de que con ese maestro no vas a aprender, busca el conocimiento por ti mismo ya sea en Internet o en las bibliotecas, te sorprenderá la cantidad de información que puedes encontrar. Finalmente recuerda que los docentes son un guía o un orientador, no son Google ni Encarta, es decir NO LO SABEN TODO. Puede que te llame la atención otros temas que tu docente desconozca, no te atengas a él/ella para aprender.

Hace mucho tiempo estando en la licenciatura en Educación, me tocó llevar clases con un maestro muy bueno, pero también bastante especial. No recuerdo exactamente que le pregunté, pero volteó todo molesto y dijo “¡¿Qué me viste cara de Google o qué cabr$%&?! ¡Orale, a googlearle cabr$%&! Y después de que hayas investigado y buscado ahora sí vienes conmigo y me preguntas” . Obviamente me quede impactada por las palabras tan rebuscadas, sin embargo ha sido el mejor consejo que me han dado y ahora cada vez que tengo una duda, sin pensarlo dos veces, tecleo en el buscador de Google mi pregunta. Un link me lleva a otro y pronto me doy cuenta de toda la información disponible que existe sobre el tema.

Busca en otros espacios el conocimiento que necesitas, ya sean talleres, cursos, seminarios, diplomados, etc. Verás muy pronto los resultados de ello. También puedes consultar otro artículo al respecto en el siguiente link: Usar o manipular...¿hay diferencia?: Aprendiendo a USAR las tecnologías de la información 

Por el momento tendré que cortar aquí, pero espera este viernes la continuación del artículo el cuál aún tiene mucho que dar. Espero que este tema te haya gustado y sobre todo que te sea de utilidad. No olvides dejarme tus comentarios, siempre son bien recibidos y me ayudan mucho a aprender y mejorar.

Son sólo algunos ejemplos de lo que puedes hacer desde tu trinchera para generar el cambio en nuestra sociedad. No necesariamente las actividades que menciono deben hacerla esas personas en especifico, todos podemos contribuir de igual manera de una forma u otra. Soy de la idea de que las acciones en concreto desde lo local es lo que realmente ayuda a nuestra sociedad, pues muchas veces tratamos con la punta del iceberg y queremos dar solución desde ahí, pero mientras no se  trate los problemas desde la raíz, algunas situaciones se seguirán repitiendo en las siguientes generaciones. Un buen maestro  y amigo me dijo “Los dinosaurios no son para siempre”, es decir, que siempre vendrán nuevas generaciones y son con ellas las que debemos trabajar para evitar repetir los errores del pasado.

¡ANÍMATE A HACER LA DIFERENCIA!



¿Cómo la tecnología afecta las relaciones humanas?


Las tecnologías siempre han estado presentes en la historia del hombre, si entendemos la tecnología como aquello diseñado para facilitar el adaptarnos a un ambiente y satisfacer una necesidad, nos damos cuenta que cosas de uso cotidiano como los libros o un bolígrafo son también una tecnología. Cuando Gutemberg modernizo la imprenta usando tipos móviles de plomo, jamás pensó como esto llegaría a afectar a la sociedad dando acceso al conocimiento a quien lo quisiera (y pudiera costear) pues ahora el reproducir ideas en un libro y darlo a conocer a otras personas,  incluso fuera del país de origen del autor, era mucho más sencillo y rápido a cuando los monjes copistas hacían esta labor.

Fue posible a través de la imprenta de Gutenberg  compartir  ideologías, conocimiento, cultura y tradiciones de ciudad a ciudad y de un país a otro dando luz a la ilustración y a la educación enciclopedista.  Gracias a esto surgen las ciencias, Dios deja de ser el centro del universo y las explicaciones divinas para acontecimientos naturales se dejan de lado.  Se retoma a los griegos, la filosofía, el pensamiento, las matemáticas, la estética, etc. y mejor aún, se da continuidad al conocimiento. De no ser por la imprenta de Gutemberg, Gandhi no habría leído a Leo Tolstoy  e inspirarse para crear la NO violencia con la que encamino todo un movimiento revolucionario contra los ingleses, y años después Martin Lutherking retomaría la filosofía de Gandhi para acabar con la segregación racial en E.U.A.

Ante la necesidad de comunicarnos, el hombre ha creado tecnologías que agilicen la comunicación sin importar las distancias, en un principio la carta funcionó bien durante siglos, después llego el telegrama y el teléfono. Con la computadora llegó el Internet y el correo electrónico que permite escribir una carta y enviarla a su destinatario en cuestión de segundos, lo mismo ocurrió con el teléfono celular  que ahora nos permite comunicarnos con la persona en el acto.  En caso de una emergencia basta con teclear en nuestro teléfono el 066 para solicitar ayuda medica o de seguridad y esta acuda pronto a nuestro auxilio (o al menos eso quisiéramos la mayor parte del tiempo). 

Con el Internet  podemos acceder a la educación virtual, noticias del mundo, chatear con personas de diferentes países y realizar recorridos virtuales por museos y ciudades famosas sin necesidad de salir de nuestras casas, lo cual nos ayuda a tener una visión distinta del entorno, formarnos un mejor criterio y conociendo personas que tal vez de otro modo no podríamos conocer. El Internet ha venido a revolucionar nuestra relación con otras personas, no sólo desde una perspectiva de relaciones afectivas, sino también en el ámbito laboral. En el caso de los Diseñadores Gráficos basta con subir su portafolio a Internet para que otras personas lo conozcan y si les parece atractiva la propuesta, se firman los contratos para trabajar proyectos en conjunto.

Cierto es que la tecnología puede llegar a crear relaciones humanas negativas, ya bien lo decía Karl Popper en el libro “La televisión no es buena maestra”, cuando surge la televisión se pensó en el sin fin de utilidades positivas que podría darse al invento, desde educativas hasta culturales y científicas, sin embargo Popper no estaba del todo acuerdo, pues pensaba que este medio de comunicación pudiera llegar a usarse con fines negativos que respondieran solamente a los intereses de una empresa o un gobierno, distorsionando la verdad para confundir a las masas.

Lo cierto es que con el paso del tiempo las tecnologías siempre han influido en nuestras relaciones humanas tanto en la parte positiva como en la parte negativa, pues algunas están encaminadas a la comunicación y la forma en que “debemos” de pensar sobre nosotros, la sociedad en la que vivimos y las de otras  sociedades (construcción de ideologías). También la tecnología determina las formas de producción y por consecuencia de relación laboral. Las tecnologías pueden ser buenas o malas, todo dependerá del uso que le demos y desde la perspectiva en que las veamos.